Si no has escuchado sobre este concepto, seguí leyendo porque te cuento datos para que puedas reconocerlo y disminuir sus consecuencias en tu día a día.
Sé que equilibrar tu trabajo y tus responsabilidades en tu casa es todo un desafío. Y esta cantidad de información sobre las tareas que tenés que hacer, ya sea del trabajo, de tu casa, de tus hijos, etc. va generando un peso invisible en tu cerebro, esto es lo que se conoce como “carga mental”.
La carga invisible
La carga mental es una carga invisible que llevamos en nuestras mentes. A mi me gusta ejemplificarla con la idea de que son todas esas “notitas” que vamos haciendo en nuestro cerebro:
- “sacar el turno en la veterinaria”
- “comprar pilas para el control remoto de la tele”
- “pedir el listado de materiales para el trabajo x”
- “comprar medias azules para el uniforme de la escuela”
- “llamar al jardinero”
- “comprar el regalo de cumple de la amiguita de mi nena”
- y la lista podría seguir …
Todos estos “pendientes” de los diferentes ámbitos o roles de tu vida y de tu familia, es lo que se conoce como carga mental.
Muchas veces, esta carga recae sobre tus hombros y puede tener un impacto negativo en tu salud.
Es hora de tomar medidas para aliviar esta carga y mejorar tu calidad de vida.
Identificá las causas de tu carga mental
Es importante que pienses y puedas reconocer las causas de tu carga mental.
Por ejemplo puede que en tu hogar la distribución de las responsabilidades familiares, recaiga en mayor medida sobre vos.
Otra factor que condiciona es que quieras cumplir con expectativas sociales y culturales, que se supone hay que cumplir. Es en esas situaciones en las que pensás “no puedo llegar a todo”.
También, muchas veces, la presión viene desde tu interio, es la presión autoimpuesta de ser “la responsable de todo”.
Reflexiona sobre las tareas y roles que llevás a cabo diariamente y analiza cómo podés compartir las responsabilidades de manera más equitativa.
Consecuencias de la carga mental
La carga mental sostenida puede tener un impacto significativo en tu salud física y emocional. Por supuesto que hay épocas del año, donde hay más responsabilidades, más tareas por cumplir, eso dependerá de tu estilo de vida y de tu trabajo. Pero cuando estos momentos, dejar de ser “momentos” y se vuelven los cotidiano las consecuencias pueden ser negativas.
La carga mental excesiva mantenida durante largos períodos de tiempo, puede provocar estrés crónico, agotamiento, ansiedad y dificultades para concentrarte en tus responsabilidades laborales, entre otros síntomas.
Otras consecuencia negativa de la carga mental sostenida es que puede afectar tus relaciones y disminuir tu satisfacción general con la vida.
Es importante reconocer los signos de agotamiento y estrés, y buscar apoyo para liberar la mente y poder disfrutar de tu vida.
Delegá y pedí ayuda
No tenés que hacerlo todo.
Aprendé a delegar tareas y pedir ayuda cuando lo consideres necesario. Compartí responsabilidades en tu hogar, involucrá a tus hijos en las tareas de tu casa con actividades acordes a las edades y capacidades.
Podés considerar contratar servicios externos, por ejemplo: como ayuda doméstica o delivery de verduras, carnes o supermercado, para aliviar la carga.
La gestión de los alimentos suele ser un componente grande de la carga mental. Una forma de disminuirlo es tener un menú de comidas equilibradas, que te permita comprar los alimentos que necesitás y no tener que pensar en qué cocinar cada vez.
Aceptá que no podés hacerlo todo perfecto y priorizá tu bienestar.
Poné límites y tiempo para vos
Es necesario que establezcas límites claros y así, podás reservar tiempo para tu cuidado.
Aprendá a decir “no” cuando sea necesario y no te sientas culpable por hacerlo.
Dedicá tiempo diariamente para vos, por ejemplo para hacer ejercicio, meditar, leer un libro, tejer o realizar actividades que te relajen y te recarguen de energía.
Pensá que cuidar de tu bienestar es esencial para cuidar de tu familia.
Buscá una comunicación abierta y apoyo emocional
Establecé una comunicación abierta y sincera con tu familia sobre la carga mental que llevás.
Compartí lo que te preocupa y lo que necesitás para sentirte mejor, y buscá su apoyo. Juntos, van a encontrar soluciones y distribuir las responsabilidades de manera equitativa.
Además, considerá buscar apoyo externo, como grupos de apoyo o profesionales para iniciar una terapia, donde vas a compartir tus experiencias y recibir orientación específica para manejar tu carga mental de manera saludable.
Para que tengas presente
Recordá que para poder seguir avanzando en tu vida profesional, es fundamental cuidar tanto de tu alimentación familiar como de tu bienestar general.
Reconocé la carga mental que llevás, comprendé sus causas y consecuencias, y buscá soluciones que te sirvan; estos son pasos esenciales que tenés que dar para lograr un equilibrio saludable.
Al implementar los consejos y tomar medidas para aliviar la carga mental, estarás dando un gran paso hacia una vida más equilibrada, saludable y satisfactoria para vos y tu familia.
Tené en mente que merecés cuidado y bienestar en todos los aspectos de tu vida.
¡Empiezá hoy a poner en práctica estos sugerencias y disfrutá de una mente más tranquila y feliz!
Si este artículo te pareción interesante, te invito a que te suscribas para recibir mis correos semanales con información valiosa sobre alimentación y nutrición.
También te invito a que te inscribas a las 2 clases GRATUITAS que serán el próximo 23 y 24 de mayo para que descubras por dónde empezar a mejorar tu alimentación, si es que estás queriendo alimentarte mejor, pero te encontrás un poco mareada con tanta información disponible.